Interruptus Free

Lección: IF OFFICE I Si tienes que interrumpir a alguien, ¡hazlo con amabilidad!

Es normal que veamos las interrupciones como algo negativo, después de todo, desde niños nos enseñan a no interrumpir, condicionándonos a que lo evitemos por sobre todas las cosas. Sin embargo, a veces las interrupciones son necesarias y hasta vitales, para transmitir una idea o lograr el resultado que queremos.

La comunicación efectiva es un arte difícil de dominar. Todos en algún momento hemos formado parte de un equipo de trabajo o asistido a alguna reunión familiar o de amigos, donde vemos cómo, en pro de intervenir, todos terminan atropellando palabras con palabras. Esto, además de ser inefectivo, crea conflictos innecesarios, pausas incómodas, etc., que no tienen parte cuando intentamos ser productivos o queremos pasar tiempo de calidad con seres queridos. 

Afortunadamente, nunca es tarde para aprender a comunicarnos efectivamente y también hay muchas maneras de ser amables, incluso cuando interrumpimos a otros. 

Interrumpir se trata tanto de ser oportuno, como de la intención que tengas. Así, debes esperar el momento indicado y cuidar cómo pides la palabra cuando otro está a media frase.

Una forma amable de interrumpir es pedir permiso y disculparte, esto le permite al hablante decirte si puedes o no hacerlo y además les dejar saber a todos que estás escuchando y sabes que estás interrumpiendo. 

De la misma forma, se trata de tener razones y objetivos claros. Procura que tu intervención sea relevante y  que fortalezca el debate, de lo contrario también estarías siendo grosero, incluso si has dicho “permiso” y “gracias”.

Finalmente, cuando estemos inmersos en cualquier intercambio de ideas, debemos recordar que la consideración es un acto mutuo y debemos brindarla en la misma medida que esperamos recibirla. Desde esta perspectiva, no puede haber malentendidos.

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