¿Cuántas horas laborales tienes al día? ¿Cuántas cosas logras hacer y terminar durante esas horas?
Las distracciones forman parte de nuestro día a día, y si bien no hay formas de eliminarlas por completo, sí hay formas de evitar que afecten nuestras horas productivas.
Porque no se trata de lo mucho que trabajes, sino de lo bien que priorices tus tareas y dirijas tu enfoque a terminarlas efectivamente.
Hay pequeños cambios que puedes realizar en tu rutina personal y laboral, y que pueden suponer una gran diferencia entre hacer las cosas y hacer las cosas bien, en el tiempo establecido.
Veamos 5 distintas formas de mantener el enfoque en el trabajo (durante horas laborales):
1. Planifica tu día con antelación
Es casi imposible trabajar sin un plan. Si tienes un plan para cada día, siempre sabrás lo que hay que hacer. De lo contrario, podrías perder horas en el trabajo sin hacer nada o saltando de una tarea a otra sin saber cuál, en realidad, es prioritaria o en qué deberías estar enfocándote.
Para planificar tu día:
1. Abre tu app de notas o cuaderno, anota una lista de todos tus pendientes.
2. Colócalos en orden de prioridades.
3. Coloca notas que hagan referencia a lo que necesitas para iniciar/terminar/avanzar en cada tarea.
Las listas son herramientas poderosas para mejorar tu productividad, pero si y solo si, inviertes el tiempo en actualizarlas y alimentarlas con la información necesaria.
Algunos tips para crear listas efectivas:
– Crea sub-tareas para cada tarea macro.
– Actualiza constantemente tachando todo lo que ya esté listo: información que hayas obtenido, configuraciones que ya estén hechas.
– Revisa siempre al inicio y al final del día el progreso hecho en tus listas.
2. Cuidado con la multitarea
Si te encuentras constantemente cambiando entre múltiples tareas, proyectos o clientes en el trabajo, puede que esto te impida completar gran parte del trabajo realmente importante que necesitas hacer.
Algunas personas creen que esta estrategia les ayuda a hacer más cosas en el menor tiempo. Pero, en realidad, no garantiza que se haga mucho.
La multitarea requiere mucho desgaste cognitivo que, a largo plazo, puede causar falta de concentración, fatiga y estrés.
Para iniciar una nueva tarea, procura terminar la que ya estás haciendo (a menos que necesites de algún recurso que no tengas para continuarla), solo así verás un avance real en lo que haces a diario y no pasarás más tiempo del que debes en el mismo proyecto.
3. Consigue un espacio de trabajo dedicado
Una de las principales razones de la falta de concentración es la mala ergonomía.
Es difícil hacer el trabajo mental cuando estás físicamente incómodo.
De igual forma, si estás rodeado de distracciones e interrupciones mientras trabajas, puedes perder la concentración que, a su vez, también ocasionan falta de energía, fluidez y motivación.
Es por esto que tener un área de trabajo dedicada es una forma de concentrarte en lo que debes hacer y evitar distracciones indeseadas.
4. Establece horarios específicos para consultar el correo electrónico, las redes sociales, etc.
Invertimos más del 80% del tiempo que pasamos activos en mirar el teléfono, chatear y hacer scroll en redes sociales.
Por eso es importante que, durante el día, pongas tus propios límites y los respetes, así podrás enfocarte en terminar tus tareas sin distraerte cada 5 minutos con una nueva publicación de tu red favorita o un mensaje que puede esperar para contestarse.
5. Aprende a distinguir entre lo que es “urgente” y lo que es “importante”
Si constantemente te interrumpen con tareas “urgentes”, es necesario que sepas discernir entre las tareas importantes que debes terminar porque sin estas otros no pueden avanzar, y las “urgencias” que interrumpen tu flujo de trabajo diario.
Establece con tu equipo qué debe hacerse para completar y conseguir resultados, y qué puede esperar.
No todas estas técnicas van a funcionar para ti, sin embargo, nota que todas tienen como base: estructura, organización y disciplina, 3 elementos esenciales de cualquier rutina productiva.
Sea cual sea que te funcione, lo importante es conseguir el enfoque en la tarea a realizar para obtener el mejor resultado posible.