Hacer preguntas es una de las mejores y más efectivas formas de enseñar y aprender.
Una buena pregunta es capaz de abrir mentes, transformar puntos de vistas, cambiar paradigmas, generar debate e incitar acciones, y mientras que la mayoría de las veces las preguntas son utilizadas como instrumento de evaluación, también pueden servir para aumentar la capacidad de retención y producir conocimiento útil que arroje resultados.
Cuando se nos pegunta algo, nuestra mente comienza a explorar todas las posibles formas de responder, de dar con la solución, de encontrar la respuesta perfecta que resuelva esa interrogante y genere muchas más.
Como herramienta de enseñanza, las preguntas aportan la relevancia que la información unidireccional no y es por eso que en este artículo te diremos cómo hacer de las preguntas tus mejores aliadas garantizar un aprendizaje de calidad.
5 razones para utilizar preguntas como herramientas de enseñanza:
1.-Nos ayudan a fijar objetivos
Bien sea que impartamos conocimiento o lo recibamos, debemos recordar que todas las partes del proceso de aprendizaje, deben estar enfocadas en hacernos entender mejor el tema que estamos tratando.
Así, las preguntas que nos hagan o hagamos a otros, deben tener un propósito, este puede ser: incitar el pensamiento crítico, dominar conceptos esenciales, buscar soluciones, etc., lo importante es que esas preguntas nos ayuden a comunicar hechos e ideas que se encuentren dentro del contexto.
2.- Nos permiten simplificar temas complejos
En este punto es importante recordar que no solo se trata de hacer preguntas, sino de hacer buenas preguntas.
En lugar de hacer una sola pregunta compleja o con muchas capas, haz una secuencia de varias simples que te ayuden a indagar y profundizar más en el tema, a darle forma y a organizar las ideas.
De nuevo, todo se trata de lo que se quiera lograr con las preguntas. Si por ejemplo en una reunión de trabajo se está armando la estrategia de diseño para un proyecto nuevo, sería conveniente que los integrantes escuchen con atención cada parte de la propuesta y luego utilicen preguntas para resolver aspectos que se hayan pasado por alto.
La intención a la hora de preguntar es fundamental tanto para aprender, como para resolver asuntos sencillos y complejos.
3.- Estimulan todas las áreas del proceso cognitivo
La pirámide taxonómica de Bloom es una de las más usadas en el área académica. Esto por la simple razón de que nos ayuda a entender los procesos cognitivos que participan cuando hacemos contacto con el conocimiento.
Si queremos utilizar las preguntas como herramientas efectivas de aprendizaje, sea que lo recibamos o lo impartamos, los 6 procesos ilustrados en esta pirámide, pueden ayudarnos a realizar preguntas que estimulen cada nivel.
En entornos organizacionales, esta pirámide también puede ser usada en sesiones de lluvia de ideas en las que se necesiten muchas perspectivas para resolver un problema complejo.
Imagen de aiteco.com
4.- Hacen un tema más interactivo
Durante cualquier debate, presentación, clase, etc., las preguntas servirán para hacer el tema más interactivo y aumentar la participación de todos los involucrados.
Elige si hacer o recibir preguntas al inicio, al final o durante el tiempo que se esté tratando el tema.
Algo que debemos tomar en cuenta si queremos que una pregunta sea efectiva, es que no deben utilizarse para interrumpir a otros y en caso de hacerlo, esperar pausas en la presentación o dar alguna indicación de que se quiere intervenir.
5.- Generan debates
En un proceso de enseñanza, uno de los factores más importantes es el intercambio de ideas, y no hay mejor forma de generar este intercambio que haciendo preguntas que abran el debate.
Iniciar una discusión requiere de preguntas con múltiples respuestas, así que en este caso es oportuno evitar aquellas que puedan responderse con sí o no. De igual forma, muchas preguntas a la vez pueden hacer que las personas no participen porque no sabrán cuál responder primero.
También debemos considerar que los mejores debates están exentos de manipulación, así que hay que dejar a un lado las preguntas retóricas o capciosas.
Las preguntas efectivas son un excelente método para aprender a pensar crítica e independientemente. Inclúyelas en tus interacciones y notarás rápidamente la diferencia en la participación y calidad de la conversación.
