Trabajar más no siempre significa que trabajar de forma eficiente.
A todos nos gustaría ser más productivos, incluso leemos cientos de tips, ensayos, sugerencias y recomendaciones sobre cómo serlo, cómo lograr más en menos tiempo, cómo conseguir X resultados en X horas.
Sin embargo, ser productivos se ha convertido en todo un reto; las nuevas tecnologías, las distracciones, la ambigüedad de los roles y responsabilidades que tenemos o se nos asignan, todo ha creado un entorno en el que simplemente: el tiempo no es suficiente.
Por suerte, hay formas de mejorar este panorama y aprovechar de la mejor forma el tiempo que tenemos para completar proyectos y ver resultados.
Muchos de estos factores que te mostraremos a continuación, son conocidos, pero estamos seguros que hasta ahora, habían pasado desapercibidos:
1. Escucha para entender y no para dar respuesta o terminar la conversación.
La comunicación lo es TODO.
Si sabemos comunicar qué queremos y cómo, tendremos ya la mitad del camino recorrido.
Escuchar atentamente a lo que la otra persona dice, te ayuda a concentrarte en el problema, ser empático y encontrar una solución más fácilmente.
Escuchar también evita que haya malos entendidos o que las tareas no se ejecuten como deben por mala interpretación. A menos errores, mayor eficacia.
En vez de pensar en qué vas a responder cuando alguien comience a hablar, escucha.
Luego responde.
Algunas formas de mejorar tu escucha:
– Presta atención al contenido de lo que te dicen.
– Advierte el lenguaje corporal.
– No interrumpas.
– Responde solo al final.
La buena comunicación no solo te ayuda a mejorar tu productividad, sino también tu entorno.
2. Piensa primero, luego planifica y finalmente… ejecuta.
Muchas veces nos lanzamos a hacer una tarea sin comprender la naturaleza de la misma o lo que requerimos para llevarla a cabo.
Antes de iniciar tu día, mira tú lista de tareas, y estima qué necesitas para completar cada una.
Luego, crea una planificación para completarla: ¿Con quién tienes que hablar? ¿Qué información debes obtener? ¿Qué herramientas vas a emplear?
Una vez tengas acceso a todos estos recursos, siéntate y comienza con cada una de las cosas que tienes que hacer, una por una, hasta completarlas.
3. Divide tus proyectos, subdivide las tareas.
Los grandes proyectos normalmente están compuestos de pequeñas tareas que deben ser completadas antes de comenzar a ver resultados.
Lo mismo pasa con las tareas, cada una es en sí, un mini proyecto que debe dividirse como tal.
Por ejemplo, crear un sitio web requiere de: programación, diseño y contenido, pero a su vez, programación necesita desarrollar primero las animaciones y luego los menús o viceversa.
Es por eso que dividir y sub-dividir nos ayuda, no solo a ser más productivos, sino también a tener registro de lo que hacemos y los resultados que obtenemos.
4. Utiliza herramientas de gestión de proyectos.
Estas herramientas te ayudarán a mantener una estructura de cada una de tus tareas y proyectos en un mismo lugar.
Es importante entender que, las herramientas por sí solas no harán nada por tu productividad. Lo que hace que funcionen y realmente te ayuden, es el hecho de que le des el uso correcto y las alimentes con información relevante del proyecto.
5. Mantén la motivación.
Es difícil, y en especial, cuando llevas mucho tiempo haciendo la misma tarea, sentirte motivado con lo que haces.
Sin embargo, en momentos como estos es cuando puedes cambiar la forma en que haces la tarea: busca otros métodos de investigación, experimenta con nuevas estrategias, propón nuevas metodologías para alcanzar objetivos.
Ser productivos significa en esencia, ser disciplinados y aprovechar los recursos a nuestra disposición para hacer las cosas bien y optimizar nuestra rutina cada día.
Recuerda siempre que el descanso es primordial y que la creatividad puede transformar un deber tedioso en uno con el que el tiempo pase sin que lo notes.